Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 21 de octubre de 2014

ESPERANDO LA NOTICIA CON ESPERANZA



Si hay algo cierto es que llegará la hora. La hora que tendremos que partir. Pero no sabemos cuándo, ni dónde ni cómo. Sólo sabemos que llegará. El sentido común y la buena lógica nos advierten que tenemos que estar vigilantes, porque no sabemos cuando seremos sorprendidos. Posiblemente cuando llegue ese momento nos cogerán tal y como estamos. No habrá tiempo para más.

Y esa es la explicación que voy descubriendo en aquellas personas que llegado el anuncio de la proximidad de su hora, se quedan sin reacción. Al menos no parecen reaccionar sino resignarse tristemente. ¡Caramba, si estamos llamados al gozo y a la vida eterna! ¿Es qué no nos damos cuenta? ¿No leemos el Evangelio?

Hoy Jesús nos dice eso: (Lc 12,35-38): En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Estén ceñidos vuestros lomos y las lámparas encendidas, y sed como hombres que esperan a que su señor vuelva de la boda, para que, en cuanto llegue y llame, al instante le abran. Dichosos los siervos, que el señor al venir encuentre despiertos: yo os aseguro que se ceñirá, los hará ponerse a la mesa y, yendo de uno a otro, les servirá. Que venga en la segunda vigilia o en la tercera, si los encuentra así, ¡dichosos de ellos!».

Tendremos que mirar el parte meteorológico, no cabe duda, pero mucho más importante y vital es estar atentos y preparados para cuando nos llegue la hora en la que seremos llamados a la presencia de Dios. Es esa hora cuando tendremos que responder de nuestra actitud de amor con los demás.

Porque sólo en el atardecer de nuestra vida seremos juzgados del amor con el que hayamos vividos. Pidamos al Señor que nos llene de fortaleza, luz y misericordia para que nuestra vida irradia amor por los cuatro costados. Amén.

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