Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

DAME, SEÑOR, LA SABIDURÍA DE DAR FRUTOS



No sólo basta la intención, hay que poner manos a la obra y saber cómo y qué hacer. En algunos casos, hasta saber asesorarse y dejarse conducir por otros que expertamente te aconsejan. Dar y sacar provecho y buenos frutos no es tarea fácil. Exige esfuerzo, trabajo y también cierta astucia.

Todos, hasta los más desfavorecidos, hemos recibidos unos talentos. Unos talentos que debemos emplear, pero emplearlos con sabiduría y eficacia para que den frutos. Es posible que en algunos momentos no sepamos cómo hacer, pero tenemos la capacidad de darnos cuenta y de conducirnos mejor. Porque eso también se nos ha dado, la capacidad de aprender y de no caer en los mismos errores de otros días.

Sin embargo, ocurre que la soberbia nos puede engañar y hacernos creer que somos los suficientes capaces de no necesitar ayuda, y menos de Dios. Nos bastamos con nosotros mismos, y no queremos ningún rey que nos dirija. Y sucede que ocurre lo que vemos que está ocurriendo. Terminamos a tiros unos con otros. El fanatismo de creernos en posesión de la verdad y que somos elegidos y mejores que los otros terminan por enfrentarnos y acabar mal.

Pidamos, al Señor, la Gracia de sabernos pequeños, pobres y necesitados de aprender. De aprender cómo negociar todos los talentos recibidos, no sólo para sacar frutos, sino para ponerlos al servicio de los que los necesitan y, quizás, no sepan como producirlos.

Pidamos la Gracia de, no sabiendo cómo obtener rendimiento, darlos en interés, al menos en el Banco, para conseguir un beneficio que entregar. Siempre podremos sacar frutos de nuestra vida siendo luz para otros. Simplemente, aceptando nuestra condición limitada y pobre podemos alumbrar muchas vidas de otros que se debaten en la desesperación y confusión. Amén.

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