Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 26 de mayo de 2016

SÓLO TÚ, SEÑOR, PUEDES ABRIR MIS OJOS



No puedo encontrar solución a mi vista sino estás Tú, Señor, en mi vida. Porque mis ojos, enfermos por el pecado, sólo pueden ver el egoísmo, la individualidad e indiferencia y se llenan de poder y riqueza. Y en este mundo en el que vivo, contagiado por la ambición y la soberbia, mi vista está oscurecida e impedida para verte, Señor, en los hombres necesitados de consuelo, de fraternidad y amor.

Y cada día que pasa, Señor, mi corazón late de desesperación por no verte más claro y por no derramar más ternura en todas aquellas personas que la necesitan. Porque en ellas Tú apareces como el necesitado, y yo como el ciego que no te ve. Dame, Señor, como a Bartimeo la vista de poder ver y amar. Ver donde están las necesidades, y amarlas para poder en parte mitigarlas.

Y grito y grito, Señor, para que abras mis ojos y me des la fuerza necesaria para, en la humildad y el servicio, darme sin condiciones. Espero, Señor, que alumbres mi vida con los ojos de la Verdad, y me llenes de sabiduría para darme con verdadero amor por tu Amor.

Sé que no merezco tu Perdón y Misericordia, pero por la Palabra que nos has revelado en tu Hijo Jesús, y por los méritos de su Muerte y Resurrección, nos perdona y nos das tu Misericordia. Gracias, Señor, por tanto Amor. Quiero responderte y te pido para ello que me llenes de tu mansedumbre y de humildad, para, al menos, esperar confiado en tu Poder y aceptar lo que Tú decidas y cuando lo decidas.

No permitas que mis ojos se cierren sin ver la claridad de tu Verdad y tu presencia en los demás, y enséñame a descubrirte en los hermanos. Y no sólo darme cuenta, sino saber con paciencia y humildad atenderte, escucharte y servirte. Amén.

No hay comentarios: