Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

sábado, 10 de septiembre de 2016

CULTIVA MI VIDA, SEÑOR, PARA QUE MIS FRUTOS SEAN BUENOS




Todo labrador espera buena cosecha. Con esa intención cuida su siembra regándola y mimándola con buena tierra y abonos. Espera frutos buenos y vigila para que nada los pueda estropear. Así, Señor, quiero yo que mi vida sea cuidada. La pongo en tus Manos para que seas Tú, mi Señor, mi Labrador, Dueño y Señor de mis pobres y humildes frutos.

Por mi parte, por la autonomía que Tú me has dejado, quiero e intento hacer el esfuerzo de mantener mi tierra limpia de impurezas, de malas hierbas y de parásitos que la puedan contaminar y debilitar su esperada cosecha. Quiero conseguir los mejores frutos para Ti, mi Señor, y me esfuerzo en comprometer mi vida en ese objetivo.

Pero, también, sé que sólo Tú eres el buen Labrador que todo lo que siembras y cuidas da y exiges frutos. Y, por eso, Señor, quiero poner mi propia tierra en tus Manos y Presencia, para que, por tu Gracia, la cosecha sea abundante y dé buenos frutos, los frutos que nacen de tu Misericordia y Amor. 

Gracias, Señor, por tanta espera y tanto Amor, que me animan a seguir ofreciéndote mi pobre y humilde tierra, para que, por tu Gracia, dé una cosecha abundante y buenos frutos. Y sea construida y apoyada en roca firme, que la sostenga y la mantenga en los momentos de tormentas y tiempos duros. Amén.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buenísima reflexión.