Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

martes, 18 de octubre de 2016

PROCLAMAR PARA CONOCER


Bien es sabido que lo que no se conoce no se puede querer ni desear. Es necesario saber que existe tú para que el yo te quiera. Y la razón de proclamar la Buena Noticia de salvación es para que los hombres la conozcan y la puedan buscar y desear. El sentido común nos lo razona claramente.

Sería injusto y absurdo que teniendo una oportunidad, nuestra vida, para salvarnos, la desperdiciemos por ignorancia y desconocimiento. Además, estando esa huella de salvación dentro de nuestro corazón. Por eso, necesitamos que se nos anuncie y se nos explique, para, conociéndola, podamos amarla y poder salvarnos. Y esa es la misión de nuestro Señor Jesús, que ha dejado en sus apóstoles como continuadores después de su Resurrección a los Cielos.

Por eso, el cristiano se siente responsabilizado a dar testimonio de su fe. Una fe que se sugiere, que se ofrece, que se propone y que se comparte. Una fe que se da a conocer libremente, para que tú, también de forma libre, elijas tomarla o dejarla. Sin imposiciones ni presiones. Desde la libertad de decidir y elegir por ti mismo. Y así es, observamos que muchos, libremente y por su propia voluntad, la rechazan. Y son respetados. Jesús también los respetó.

Pero eso no nos exime de compartirla y anunciarla. Porque a todo aquel que le sea anunciada le será también cargada su responsabilidad de aceptarla o no. De momento sabemos que aquí no nos quedamos, y que luego nos reuniremos con el Padre. Sí, muchos no lo creen, pero llegará el día. Y es esa la hora donde se nos pedirá cuenta de nuestra responsabilidad.

Pidamos al Señor la fortaleza, la sabiduría y la paz de recibir la luz de la Verdad y de saber proclamarla y llevarla, ofreciéndola con libertad y voluntariamente a todos aquellos que, libremente, decidan abrazarla. Amén.

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