Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 11 de enero de 2017

LO PRIMERO, ORAR, PARA LUEGO...

El alimento es necesario porque sin él no podríamos realizar nuestras labores de cada día. De igual forma, el alimento espiritual nos es necesario, para poder realizar nuestras labores espirituales. Y dentro de ellas, la más importante es la oración. La oración que nos relaciona con el Señor y nos prepara para todo lo demás. Sin oración no podríamos conocer a Dios, y sin conocerle, ¿cómo llegaríamos a permanecer en Él y a alimentarnos de su Cuerpo y Sangre?

Jesús, con su vida y sus obras, nos enseña a buscar tiempo para todo. El día da para, según nuestras capacidades, encontrar lugar para realizar nuestras responsabilidades y, entre ellas, la de estar con el Señor. Puedes orar, apartándote de todos y, reflexionando, entablar diálogo con Él; puedes orar teniendo presenta al Señor en el trabajo, en la calle, con los amigos y en todo momento. No se trata de estar rezando, pero sí tomar conciencia de que todos mis actos deben estar aprobados por y en la presencia del Señor. Y eso es rezar.

Se trata de que cuando hago algo concreto debo de tomar conciencia que estoy con el Señor, y hacerlo como si estuviese con Él; cómo si Él me mirara o lo hiciera conmigo. Es decir, hacerlo siempre lo mejor que pueda y responsablemente. Se trata de vivir en su Palabra y de conformar mi vida según sus enseñanzas. Y para eso necesito orar, orar mucho, tanto con la vida como con la Palabra.

Pidamos al Señor esa virtud. La virtud de saber distribuir nuestro tiempo y de permanecer en el Señor todas las horas del día, ya sea trabajando, descansando u orando. Porque todo lo que hagamos si lo hacemos en y para el Señor, lo convertimos en oración. A pesar de que no nos acordemos; a pesar de que se nos vaya el santo al cielo; a pesar de que nos distraigamos...etc. El Señor sabe nuestra intención y convierte todos nuestros actos en verdadera oración.

Pidamos al Señor que nos dé fortaleza para perseverar siempre en la oración y, así, cumplir también con todas nuestras obligaciones de orden temporal. Amén.

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