Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

jueves, 4 de enero de 2018

ABRE TUS OÍDOS

Es posible que hayamos oído hablar de Jesús tanto o más que Andrés y Juan. A ellos les bastó una simple indicación del Bautista y corrieron tras Jesús. A nosotros, que quizás nos han dado una y mil indicaciones, no nos han movido ni un ápice. Posiblemente haya algunas diferencias.

Ellos, Andrés y Juan, estaban preparados. El Bautista les había puesto en guardia y les anunciaba la venida del Mesías prometido. Nosotros, posiblemente, no esperamos a nadie, y, por lo tanto, no estamos vigilantes ni prestos a ninguna indicación. Ellos buscaban liberarse del yugo de la esclavitud, aunque estuviesen equivocados en la forma y en la materia; nosotros no advertimos ninguna esclavitud. Es más, nos sentimos a gusto, acomodados e instalados en el bienestar y placer. Ellos dieron el paso y se encontraron con Jesús, y conociéndole quedaron encantados hasta el punto de darlo a conocer a otros.

Nosotros no nos atrevemos a acercarnos y descubrirlo. Nosotros estamos atenasados por el miedo y no le buscamos. Nos tapamos los oídos y miramos para otro lado. Estamos instalados e inmóviles en nuestro mundo. Sometidos, esclavizados y condenados a morir. Por lo tanto, para liberarnos necesitamos despertar y salir al encuentro de Jesús. Y eso exige camino duro y por el desierto hasta madurar y experimentar la necesidad de buscar el encuentro con el Señor.

Posiblemente, el hambre, la enfermedad, el dolor, las tragedias y tempestades de la vida nos devuelva a la realidad y siembren, a pesar del dolor y sufrimiento, la semilla del deseo de buscar la liberación y el encuentro con el Señor. Porque, sólo Él es el Camino, la Verdad y la Vida. Pidamos, pues, esa Gracia con verdadera necesidad y fe. Tengamos presente que el Señor nos ha sugerido pedir y llamar -Mt 7,7-, diciéndonos que quien pide recibirá, y a quien llama se le abrirá.

No perdamos la esperanza ni la confianza. El Señor está con nosotros y nos escucha. Y nos espera para llevarnos a donde Él Vive y enseñarnos el camino que, con su Gracia, podamos recorrer en su Palabra injertados y fortalecidos por y en el Espíritu Santo. Amén.

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