Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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sábado, 2 de mayo de 2020

TODO LO PUEDO EN AQUEL QUE ME CONFORTA

El agujero en la flauta: Juan 6, 60-69
Si te empeñas en caminar por la vida tu sólo y apoyado en tus propias fuerzas, experimentarás que se te presentarán muchas dificultades, que no podrás superar y que te invitarán a abandonar lo que te habías propuesto. Más todavía si se trata de la máxima aspiración, vencer la muerte, que nos aterra, y alcanzar esa felicidad plena que buscas. Y de hecho, así sucede en la historia de mucha gente. Recuerda, si alguna vez has oído una misa, que en el momento de la consagración se dice: ...para la salvación de muchos...

Porque, sencillamente, hay muchos otros que no lo ven así, ni tampoco lo creen así. Ellos prefieren su razón, su finita y limitada inteligencia y los placeres inmediato que este mundo les puede brindar y, su necedad es tal que, sabiendo que eso es solo por un periódo de tiempo limitado, unos cuantos años que pasa muy rápido, cambia la Eternidad y Felicidad por un potage de lentejas. Ya hubo alguien que lo hizo en un tiempo pasado - Gn 25, 34. -.


Vivimos con los ojos vendados y, en algunas ocasiones, cerrados por los espejismos que el mundo nos ofrece. El Maligno sabe de que pata cojeamos y nos tienta. Eso fue lo primero que hizo Jesús, retirarse al desierto y ponerse a prueba dejándose tentar por el demonio. También tú y yo sufrimos esas tentaciones pero, al lado de Jesús podemos vencerlas. Es el momento de descubrir la realidad de nuestra vida y, abriendo nuestros ojos, dejarnos llenar del Espíritu Santo, que recibimos en nuestro bautismo, y, como Pedro proclamar: «Señor, ¿a quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna, y nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios».

El mundo no nos ofrece nada nuevo. Sabemos que, despues de, en el mejor de los casos, disfrutar de lo que el mundo nos da, donde vamos a terminar. Y después, ¿qué nos espera? Se me ocurre pensar que el demonio nos manipula  cómo si de simples gladiadores se tratara. Nos brinda la muerte, tarde o temprano, tras una noche de placer. ¿Acaso tú también te dejas embaucar por esa pobreza y esclavitu? Pidamos al Padre Dios que nos dé la luz para acercarnos a su Hijo y seguir su Palabra. Porque, sólo Él tiene Palabra de Vida Eterna. Amén.

martes, 26 de noviembre de 2019

GUIANOS, SEÑOR, A LA VIDA ETERNA

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Oímos muchos cantos de sirena, pero ninguno se moja ni se compromete hasta el punto de demostrarnos eso que nos prometen. En el terreno político lo podemos descubrir y comprobar de forma más clara. Muchos son los que dicen vigilar y trabajar para instaurar la justicia y servir a los más pobres y necesitados. ¿Y qué ocurre después de que son elegidos?  Se olvidan de todo hasta el extremo de situarse ellos muy bien y edificarse suntuosos palacios en zonas privilegiadas e, incluso, explotar y aprovecharse de los propios trabajadores. Nadie, o muy pocos, dan ejemplo.

¿A dónde, Señor, vamos sin Ti? Tú eres el ejemplo Vivo y fehaciente. Tu Palabra es Palabra de Vida Eterna porque has entregado tu propia Vida dándola por cada uno de nosotros. Tanto por los fieles como por los que no te han sido fieles, e incluso te han llevado a la muerte de Cruz. Sin embargo, por el contrario, observamos a donde nos lleva el mundo con sus nuevas propuestas e ideologías. Sin lugar a dudas vamos que al precipicio de cabeza.

Por eso, Señor, acudimos a Ti y te suplicamos para que nos despiertes de este terrible sueño al que el mundo nos precipita con sus falsas y mentirosas propuestas. Queremos, Señor, ponernos en tus Manos y suplicarte tu intervención para que nos fortalezca ante las propuestas y tentaciones que el mundo nos propone y con las que nos tienta apoyándose en nuestras debilidades y pecados. Pero, Señor, contamos Contigo y con el auxilio del Espíritu Santo que nos acompaña y nos asiste cada instante de nuestras vidas para liberarnos de la esclavitud del pecado.

Es nuestro propio desierto y nuestro exilio caminar por este mundo lleno de peligros, tentaciones, amenazas y falsos anuncios que nos proponen nuevos caminos, no de salvación, sino de pecados y muerte. ¡Sálvanos y líbranos, Señor! Amén.

jueves, 19 de septiembre de 2019

PALABRA DE VIDA Y ESPERANZA

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Sólo, Tú, Señor, tienes Palabra de Vida Eterna y de esperanza en este mundo en el que tengo que vivir hasta llegar a Ti. Porque, en este mundo en el que vivo nada sostiene mi vida ni la alimenta sino Tú. Todo lo de aquí abajo es perecedero y su tiempo caduca llamado a destruirse. Sólo tu Palabra es Eterna y llena plenamente de esperanza y gozo.

Tu Palabra, Señor, sintoniza con el amor que anida y vive en lo más profundo de mi corazón. Trasciende hasta el punto de experimentar que, en mí hay algo más que mi cuerpo, pues, lo experimento, valga la redundancia, como algo que forma parte de mí sin llegar a ser yo. Es decir, descubro que soy cuerpo y algo más, que llamo alma. Y eso me habla de Ti y de tu presencia.

Por eso, Señor, te doy gracias y te suplico perdón por todos mis pecados, pues, tu Palabra me alivia y tranquiliza mi alma contagiando también a mi cuerpo. Gracias, Señor, porque experimento que mi cuerpo tendrá proyección y continuidad en mi alma y, por tu Palabra, volverá a unirse a ella para, en tu presencia, continuar amándote y alabándote toda la eternidad.

Dame, Señor, la fortaleza y la perseverancia de descubrirte como mi liberador y salvador, y adorarte con toda clase de alabanzas y oraciones. Pero, sobre todo, la mayor alabanza será humillarme reconociéndote como mi Señor y obedecer tus mandatos viviendo según tus Mandamientos y amando como Tú, Señor, me amas. Y eso, reconciéndome pecador, soy conscientes que no podré hacerlo sin tu Auxilio, tu Asistencia y tu Gracia. Amén.

sábado, 28 de octubre de 2017

CADA DÍA UNOS MINUTOS CONTIGO

Quiero no perderte de vista y, al menos, estar contigo unos minutos cada día. Unos minutos en los que hablar y donde pueda contarte mis planes, mis propósitos y mis fracasos. Unos minutos donde pueda confesarte mis aspiraciones y mis posibles errores. Unos minutos donde pueda hablarte de mis debilidades, de mis caidas, de mis problemas y de lo mucho que me cuesta, en muchos momentos, seguirte.

Unos minutos donde pueda pedirte ayuda y abrirme a tu sabiduría para poder entender este mundo difícil y peligroso. Unos minutos donde me ponga en tus Manos para que, como buen cirujano, hagas en mi corazón la transformación de amarte y amar a los demás. Unos minutos donde pueda escucharte y, ahogado en la paciencia y la paz, experimentar tu presencia y tu inmenso amor. Unos minutos para cargarme de tu Gracia para continuar el camino de cada día siempre en tu presencia y tu amor.

Porque, ¿a dónde voy sin Ti, Señor? ¿En quien me voy a apoyar y mirar? No sabría qué hacer, ni tampoco a dónde ir sin Ti, Señor. Sin Ti mis referencias serían finitas, caducas y corruptas por el pecado. Necesito a alguien limpio, puro, inmaculado y fuera de toda duda, es decir, creíble. Necesito a alguien perfecto, infinito, bondadoso, amoroso y verdadero amigo, dispuesto a dar la vida por mí. Y con poder para librarme de la esclavitud del pecado, que me somete y me castiga. Pero, ¿dónde está esa persona que pueda salvarme por amor?

Porque, debo de confesar que no merezco tal salvación por mucho que haga. Ni tampoco alcanzaré méritos ni perdón por mis obras. Todo será gratuito, por amor y misericordia, y eso está por encima de nuestra naturaleza humana. ¿Quién, pues, si no Tú, mi Señor? Sólo Tú, Señor, eres el Mesías, el Hijo de Dios Vivo que, encarnado en Naturaleza humana en el seno de María, has venido a salvarnos y a mostrarnos el camino de salvación. Por eso, Señor,  lleno de alegría y gozo, levanto mis ojos hacia Ti, para, agradecido, adorarte y entregarte mi vida cada día. Porque, sólo Tú, Señor, tienes Palabra de Vida Eterna.

Dame, Señor, la Gracia de nunca cortar ese hilo que me une a Ti. Es más, fortalecerlo con la oración diaria contigo. Dame la sabiduría de saber dejarme acompañar por otras personas de buena voluntad, pero, especialmente, de tu Madre, que también me la has ofrecido como mi Madre. Porque, en ella encontraré a una verdadera Madre que me ayudará e indicará el camino que conduce a Ti. Amén.