Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.
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viernes, 14 de mayo de 2021

EL CAMINO SE ENTIENDE ENSEGUIDA, PERO, ESO NO SIGNIFICA QUE SEA FÁCIL SEGUIRLO

 

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

 

Es un camino sencillo y fácil de entender y de comprender. Amar y amar, pero, ¿qué clase de amor? Porque, y ahí empiezan los problemas, hay mucas clases de amores, o de muy mal llamados amores. Porque, todo amor que se busque a sí mismo es amor egoísta. Y todas las diferentes formas de llamar amor, menos una, son maneras de buscar nuestras propias satisfacciones, conveniencias y egoísmos.

La única forma de amar es, olvidándote de ti mismo darte al otro. Y eso está fuera de nuestras posibilidades humanas, porque, siempre estamos mediatizados y sometidos a nuestras apetencias e intereses humanos. Nos pesa mucho el desprendernos de nuestras egosísmos y vanidades y se nos hace cuesta arriba olvidarnos de nosotros y darnos enteramente a los demás, sobre todo a nuestros enemigos.

Jesús, que no predica solo de palabra sino con el ejemplo, nos dice: Este es el mandamiento mío: que os améis los unos a los otros como yo os he amado. Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. No os llamo ya siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su amo; a vosotros os he llamado amigos, porque todo lo que he oído a mi Padre os lo he dado a conocer. 

Queda y está claro que la única posibilidad que tenemos es unirnos e injertarnos en Jesús para conseguir, por su Gracia y Amor, fortalecernos y darnos a los demás. Eso nos exige por nuestra parte ser perseverantes, pacientes y permanecer en su amor tal y como el nos dice:  «No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y que vuestro fruto permanezca; de modo que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os lo conceda. Lo que os mando es que os améis los unos a los otros».

domingo, 9 de mayo de 2021

AMAR ES LA ÚNICA CONSIGNA

 

El hábito hace al monje, se suele decir. Y la disciplina, conseguida con el ejercicio repetitivo, hábitos - formulismos y formalismos - ayuda a sostenerte activo y con dominio sobre ti mismo. Pero, no es lo esencial sino el medio para llegar a lo esencial, al encuentro profundo y serio con Jesús de Nazaret.  Y eso tiene que llevarte al Amor, porque, la consigna es amar y amar. Amar hasta el extremo de darse plenamente.

Sin embargo, la experiencia es otra, nos cuesta salir de nosotros mismos y darnos a los demás. Salir hasta olvidarte de ti, algo así como sucedió en el Tabor, en el momento de la Transfiguración cuando Pedro, olvidándose de él y sus otros compañeros, propuso hacer tres tiendas para Elías, Moisés y Jesús. 

Y es que nos olvidamos de nosotros cuando pensamos en los problemas de los que lo pasan mal, que, precisamente, son siempre los mismos, los pobres y excluidos.

Por eso, Señor, reconociéndonos pobres y limitados, te pedimos las fuerzas y voluntad de superarnos y vencer todas nuestras apetencias y tentaciones que nos amordazan y nos inclinan a la pereza, pasividad y egoísmo. Te pedimos que transformes nuestros corazones y que los convierta cada día en unos corazones misericordiosos y caritativos. Unos corazones capaces de amar a tu estilo. Amén.

viernes, 30 de octubre de 2020

¿DÓNDE ESTÁS, SEÑOR?

 

 

HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

Posiblemente lo hayas buscado infructuosamente y, esa infrutuosidad te haya arrastrado a darlo por imposible justifacando que Jesús no está vivo. El mundo hace su papel y atrído por sus ofertas placenteras que conectan con nuestras apetencias naturales y propias de nuestra naturaleza humana dan como resultado el abandono de nuestra búsqueda. 

Sin embargo, la pregunta que me asalta es: ¿Dónde lo buscas? Porque, si lo buscas simplemente en el Sagrario, posiblemente te será difícil encontrarlo. Incluso, me atrevería a incluir también la Eucaristía. Sí, Jesús está en el Sagrario y también en la Eucaristía - una presencia real -. Pero si tu búsqueda se concreta solo en Él, a quien no ves, y te olvidas del que está a tu lado, y ves, tu oración no llegará al Señor. Y no llega porque todo lo que le digas lo estás falseando. Es decir, son mentiras tras mentiras.

No puede amar a Dios si no te empeñas en amar al prójimo. Es el primer mandato que te enseña Jesús. La Voluntad del Padre es amar a Dios y al prójimo como a ti mismo. Luego, ¿cómo y dónde buscas al Señor? Porque, si lo buscas desencarnado de los hombres estás buscando a un Dios diferente al que te ha anunciado Jesús.

Por todo eso, Señor, te pido que me des la sabiduría y, sobre todo, la fortaleza y voluntad de, acercándome a los necesitados y ofreciéndome incondicionalmente y libremente mis servicios y ayuda, tanto material como espiritual, pueda vivir ese amor primero que Tú me has dado derramándolo en los demás. Porque, sucede que hay muchos momentos en mi vida en los que no sé como actuar ni qué hacer, y tengo miedo de ser engañado y traicionado. ¡Alúmbrame y guíame, Señor! Amén.

domingo, 30 de agosto de 2020

UN AMOR IMPAGABLE

Mateo 16, 21-27 | Tiempo ordinario
El refrán reza: "amor con amor se paga", pero nuestra correspondencia al Amor de Dios es impagable. A pesar de que queramos, no podemos pagar ni, por muchos esfuerzos que hagamos merecemos el Amor que nuestro Padre Dios nos regala. Indudablemente que es un Misterio al que nosotros no podemos llegar y menos entender. Dios nos ama por Voluntad propia. Nadie se lo exige ni nuestro amor le hace falta.

Se hace hombre por amor y encarnado en Naturaleza humana se iguala a nosotros despojados de su rango y pasando como un hombre cualquiera. Y se entrega al amor voluntariamente entregando su Vida para dárnosla a nosotros. Vida Eterna. Su Pasión y Muerte si satisface el rescate de nuestra dignidad perdida por el pecado y, por sus méritos recuperamos esa dignidad perdida de hijos de Dios.

¿Cómo entender eso? ¿Cómo ser capaces de seguirle? Ni una cosa ni otra. Nuestra naturaleza humana, débil y pecadora, no puede entender ni seguirte con sus solas fuerzas. Necesitamos las Tuyas, Señor, porque solo contigo podemos entenderte y seguirte. Te pedimos, Señor, tu Misericordia y el perdón de nuestros pecados. Gracias, Señor, por tanto Amor inmerecido, y por tanta esperanza que da sentido a toda nuestra vida.

martes, 2 de junio de 2020

¡ Y QUÉ LE CORRESPONDE A DIOS?

Los pobres son de Dios
Sabemos que tenemos que darle al César, pues los césares de nuestro tiempo se encargan ellos mismos de pedirnos lo que necesitan e incluso lo que ellos mismos desean, pero, ¿y a Dios? ¿Qué es lo que tenemos que darle a Dios? Esa es la pregunta que se nos plantea hoy en el Evangelio de este día. Nuestra reflexión intenta darle respuesta, o, al menos, intentarlo.

Para ello, busquemos primero que nos pide Dios. Si Dios es Amor, y el amor representa todo lo bueno, lo bello y lo hermoso, que para serlo, debe ser lo perfecto, lo bien hecho, lo verdadero y justo, convendremos que dar a Dios lo que es de Dios sería aplicarnos en el amor. Un amor lo más parecido y cercano a la manera que Dios nos ama a cada uno de nosotros. Pero, ¿dónde y cómo le damos ese amor a un Dios que no vemos? La respuesta está clara, ese amor lo damos y concretamos en los más necesitados y carentes de lo imprescindible para vivir con dignidad.

Resumiendo, podemos decir que nuestra actitud de conducta debe ser la de vivir en la verdad y la justicia. O dicho de otra forma, en amar tomando por referencia el amor con el que nos amó Jesús en su periplo por este mundo. Y el amor que el Espíritu de Dios nos infunde para que, siguiendo el Camino, la Verdad y la Vida que nos señala nuestro Señor, también nosotros nos esforcemos en dar al mundo todo el amor que nuestro Padre Dios nos da a cada uno de sus hijos.

Pidamos para que podamos ser fieles al Señor y, con nuestra conducta y nuestros actos seamos capaces de dar al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios. Amén.

viernes, 24 de enero de 2020

CREADO POR AMOR Y PARA AMAR

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

Sé, Señor, que me has creado por amor y, a pesar de mis pecados me amas y me invitas misericordiosamente a compartir tu Gloria y a vivir, junto a Ti, eternamente. Sé, también, que no merezco esa Gracia y que Tú me la das gratuitamente y que solo me pides que abra mi corazón a tu Palabra y que me, poniéndome en tus Manos, deje transformar mi corazón según el Tuyo.

Dame, Señor, la fuerza y la sabiduría de ponerme en tus brazos aunque mi vida vaya contracorriente y el mundo me ofrezca una vida placentera, cómoda e individualista, sectaria, selectiva y excluyente en ambientes y circunstancias afines a mis caprichos, intereses y egoísmos. Ayúdame, Señor, a vencer y renunciar a mis egoísmos y ambiciones para poner en el centro de mi vida, Señor, tu Amor y el amor a los demás tal y como Tú haces conmigo. Amén.

viernes, 23 de agosto de 2019

DAME, SEÑOR, LA GRACIA DE AMAR COMO TÚ ME AMAS

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HOY A LAS 09:00 HORA PENINSULAR, 08:00 HORA CANARIA, REZO DEL SANTO ROSARIO POR LA DEFENSA Y UNIDAD DE LA VIDA Y LA FAMILIA. ÚNETE A LA HORA QUE PUEDAS Y DESDE DONDE PUEDAS. 

Experimento gozo y alegría cuando hago algo bueno por alguien. Y bueno, es y entiendo, significa buscar su bien en verdad, justicia y paz. Experimento que él se siente bien y yo también. Esa experiencia no es sino la huella de amor que vive dentro de nuestros corazones. Somos semejantes a Dios, y Dios es Amor.Por lo tanto, nosotros, sus hijos, irradiamos ese amor, a pesar de estar contaminados por el pecado.

Y desde este humilde lugar quiero, Señor, insistir en pedirte que santifiques nuestros corazones y los transformes semejante al Tuyo. Unos corazones capaces de amar a tu estilo, gratuitamente y sin medida ni esperando nada a cambio. Incluso, realizándolo preferiblemente en aquellos que nada pueden dar a cambio. Danos, Señor, unos corazones puros, generosos, abiertos y disponibles a servir, a entregarse, a darse por encima de los egoísmos, insultos, risas y desprecio. Incluso, a aquellos que responden con violencia e injusticias.

Somos conscientes, Señor, que para nosotros será imposible transformar nuestros propios corazones de esa manera, pero, creemos y confiamos que Tú, Señor, lo puedes todo y por y con tu Gracia puedes convertirnos y sembrar en nosotros unos corazones nuevos y semejantes al Tuyo. En ti, Señor, nos abandonamos y confiamos. Amén.

miércoles, 21 de agosto de 2019

GRACIAS, SEÑOR

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No puedo decir otra cosa, Señor, sino darte gracias. Darte gracias por tanto Amor y tanta Misericordia inmerecida. Pienso y medito, ¡qué sería de todos los hombres y mujeres sin tu Infinita Misericordia!, porque nuestros méritos, por mucho que hagamos no alcanzan nunca a saldar la deuda de tu amor ni el infinito regalo de tu Misericordia y Vida Eterna.

Ante tanto prodigio y misterio sólo puedo exclamar gracias, Señor, y pedirte  la Gracia y la Fortaleza de tu Santo Espíritu para responder a tanto Amor y tanta Misericordia. No me cansaré de darte las gracias, Señor, porque nunca entenderé tu gran Amor sin esperar nada a cambio. Sobre todo, porque no podemos darte nada que te complazca ni que pueda saldar nuestra deuda Infinita. Sólo tu Amor me puede hacer bueno y sostenerme en tu Voluntad.

Enséñame, Señor, a amar como Tú y dame esa Gracia y capacidad para poder amar como Tú, Señor, me amas. Sosténme, Señor, en tu Palabra y Voluntad y transforma mi corazón en un corazón bueno, bondadoso y misericordioso como el Tuyo, para de esa forma, amar también yo a mi prójimo. Amén.

lunes, 5 de agosto de 2019

EN TODAS PARTES PODEMOS HACERNOS PANES Y PECES




Es posible que nuestras posibilidades sean pocas, pero también es posible que muchos sumamos muchas posibilidades y la fortaleza se multiplica y el mundo mejora. Porque, hay lugares que lo pasan mal y necesitan esperanza no sólo de cosas materiales que, sí se necesitan, pero que también necesitan, valga la redundancia, la fortaleza y el espíritu que la sostenga y la alimente para que la vida se ilumine y se viva en actitud de compartir por amor.

Pidamos que seamos cada vez más pan y más peces que alimenten, no sólo materialmente sino también espiritualmente, y que nos transforme desde dentro nuestros corazones endurecidos en corazones compasivos y misericordiosos por amor. Amén.

lunes, 20 de mayo de 2019

LA RESPUESTA DEL AMOR ES LA MEJOR

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Todos sabemos que amar y dar amor es la mejor respuesta que podemos dar a todo lo que se nos pida. Porque, cuando nos esforzamos en darnos por amor estamos buscando el bien del otro y el bien de todos. Y cuando eso sucede todos nos beneficiamos, porque con el bien todos salimos ganando y se establece la paz, la justicia  y la buena convivencia . 

Ahora, ¿por qué no lo hacemos? La respuesta es porque nos cuesta vencernos y porque nuestra naturaleza está herida por el pecado. Y, porque no podemos tampoco enfrentarnos nosotros solos. Necesitamos abrirnos a la acción del Espíritu Santo, que es quien nos lo enseña todo y nos lo recuerda a cada instante. Él nos acompaña y nos auxilia ante las dificultades que nos vamos encontrando. Dificultades de entendimiento y de tenerlo siempre presente.

Porque, el mundo en el que vivimos trata de distraernos y de despistarnos, y de seducirnos con los placeres y tentaciones de este mundo. Nadie puede salvarse de las tentaciones, y el mundo, demonio y carne son unos peligros que van a acompañarnos en cada instante de nuestro camino. Tendremos que pasar por muchas tribulaciones y tormentas, pero fortalecidos y agarrados al Espíritu Santo saldremos siempre vencedores.

En esta actitud, te pedimos Padre que nos fortalezcas y nos des la sabiduría de discernir por donde debemos ir y en donde debemos meternos. Te pedimos que nos transformes nuestros corazones, egoístas y endurecidos por nuestros pecados, en unos corazones generosos y abiertos a amar, asistidos y auxiliados por el Espíritu Santo, que nos recuerda y nos enseña el camino a seguir.

Confiados en tu presencia y refugiados en tu compañía y promesa, Padre, queremos aprender a amar a tu estilo, dándonos y olvidándonos de nosotros para entregarnos y buscar el bien de los demás, Amén.

domingo, 24 de febrero de 2019

EL AMOR SIEMPRE VENCE

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No hay otra manera de triunfar en la vida sino amando, porque, quien no ame terminará por perder hasta su propia vida. Cuando se vive en constante luchas de odio, venganza, disputas y poder se vive mal y en continuo tormento. Mientras no se perdone por amor la paz no entra en tu corazón.y siempre estarás resentido o descontento contigo mismo. La paz entra en tu corazón cuando hayas perdonado por amor.

Cuando se vive en el amor se establece una corriente de paz donde brilla y destaca la verdad y la justicia. Entonces vives confiado, agradecido, sereno y en paz. No significa esto que no haya problemas y que en algunos momentos se pase mal, pues el amor exige riesgos y soportar incomprensiones y malas actitudes. Sólo tenemos que fijarnos todo lo que nos perdona nuestro Padre Dios a pesar de lo que nos ha dado. De esa manera tenemos también nosotros que esforzarnos para corresponder a su amor y perdonar como Él nos perdona. No olvidemos que todos en Xto. Jesús somos hermanos y como tal hemos de portarnos.

Pidamos al Señor que nos enseñe a amar y que nos llene de su Gracia para superar nuestros rencores, nuestro amor propio, nuestro orgullo y nuestras pasiones. Pidamos al Señor la serenidad y la fortaleza para saber ser pacientes y descubrir en los demás las actitudes buenas que nos ayudan a amar. Descubrir todo lo que nos une y, sobre todo, esa vida que Jesús nos comunica y nos transmite para que vivamos felices y gozosos.

Pero, todo eso pasa por el esfuerzo personal de cada uno en convertirnos cada día un poco más amor parecido y semejante al que Jesús nos enseña y nos ha regalado gratuitamente. Porque, el Vive dentro de nosotros y nos transmite su Espíritu para que también nosotros vivamos como Él. Amén.

domingo, 4 de noviembre de 2018

UN DIOS QUE SE HACE CERCANO

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En apariencias al Dios que no vemos nos parece lejos, pero nos equivocamos porque está a nuestro lado. Si bien lo tenemos en nuestro corazón, también está en el prójimo, y cuantas veces queramos abrazarlo lo hacemos abrazando al prójimo. Está tan cerca que amando al prójimo le amamos a Él y se lo manifestamos testimonialmente.

Por eso, ambos mandamientos convergen en uno solo. Y no podemos separarlos, si bien, el primero es amar a Dios sobre todas las cosas, porque, el segundo, el amor al prójimo como a ti mismo, no podremos realizarlo sin el amor a Dios. De Él recibimos la fortaleza y la Gracia para poder superar todas las adversidades y encontrar las empatías que necesitamos para poder aceptar y amar al prójimo.

No nos es fácil y nos resulta imposible realizar sin la ayuda de la Gracia de Dios y los dones del Espíritu Santo. Por eso, Señor, reconociendo nuestras limitaciones y nuestra pobreza, te imploramos suplicándote que nos infunda esa Gracia necesaria para donde hay sentimientos de venganza, de odio, de animadversión, yo ponga sentimientos de paz, de amor y amistad y justicia.

Sí, el primer mandamiento es amarte a Ti, mi Señor, pero no podré lograr eso sin el amor al prójimo. A ese prójimo antipático, quizás hasta malo que me hace la vida difícil. O a ese excluido, enfermos o marginado que remuerde mi conciencia y altera mi vida. En ambos estás Tú, Señor, y a ambos necesito amarlos yo, Señor. Ayúdame, Dios mío, porque no tengo fuerzas, ni paciencia ni voluntad, ni sé tampoco cómo hacerlo.

Pero, en Ti confío, porque yo quiero responder a tu Amor amando también a mis prójimos. Amén.

lunes, 8 de octubre de 2018

AMAR EXIGE RENUNCIA

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La receta es muy sencilla, simple y al alcance de todos. Y gratuita, no exige dinero. Sin embargo, no es nada fácil, y, diría más, es imposible si te empeñas en enfrentarte tú sólo en vivirla. Se dice muy fácil: A-mor, y todos la entiende también fácilmente. Pero, nunca se llega a realizar de forma plena. Porque, amar exige despojarse de uno mismo renunciando a todo lo tuyo para darlo a los demás. Ejemplo, y el único: Xto. Jesús crucificado voluntariamente por amor.

¿Cómo poder despojarte de ti mismo y entregarte, por amor gratuito, al otro? No hay receta ni podemos explicarlo. Lo han intentado muchos a lo largo de la historia después del Señor, pero ninguno ha llegado a hacerlo plenamente. Quizás, María, la Madre, la Inmaculada, por obra y gracia de Dios, ha llegado a ser corredentora con su Hijo. Pero, siempre contando con la Gracia de Dios.

Y es eso lo que quiero significar. Sin el Señor nada podemos hacer. Necesitamos su concurso, su Gracia para poder transformar nuestro corazón y entregarnos a aliviar el dolor de los que sufren y padecen. Necesitamos el auxilio del Espíritu Santo para ser capaces de darnos y despojarnos de todo lo que el mundo nos ofrece y con lo que nos tienta, para, pacientemente, ser alivio para el cercano y necesitado.

Sí, necesitamos tu Gracia, Señor, porque sin Ti no podremos amar como Tú nos amas. Sin tu presencia en nosotros, Señor, no podremos ser auxilio y servicio para el pobre samaritano, o para el cercano o para el amigo y familiar. Sólo en tu presencia, Padre del Cielo, podremos transformarnos y vencer nuestro egoísmo y nuestra pereza.

Y en este nuestro camino, Señor, suplicamos y rogamos que nuestro corazón sea fortalecido con la Gracia de tu Amor y podamos pararnos, dejar a un lado nuestros intereses materiales y, quizás también espirituales, para hacernos verdadero amor y atender prioritariamente a quien necesite de Ti, Señor. Porque, lo que hagas a cualquier necesitado me lo haces a Mí. Amén.

domingo, 2 de septiembre de 2018

COSTUMBRES Y TRADICIONES


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En muchas circunstancias nos cuesta distinguir la costumbre y la tradición. En el tiempo se van mezclando y llegan a identificarse aunque no es lo mismo. Es verdad que la costumbre está contenida en la tradición, pero no es lo mismo. Digamos que la tradición es la herencia que hemos recibidos de nuestros antepasados, su doctrina, sus ritos y también sus costumbres, que nosotros vamos empleando y, quizás, también deformando o evolucionando a otras formas que quizás pierde el núcleo de la pureza vital.

Porque, lo verdaderamente importante es la Ley de Dios, que está contenida, como diría Jesús, en sólo dos: Amar a Dios y al prójimo. Y de esta aplicación se derivan todos los demás. Porque, el amor a Dios te da la luz, la sabiduría y la fortaleza para amar al prójimo tal y como Dios lo ama y quiere que tú lo ames. Y ese amor te llevará a una convivencia justa, misericordiosa y fiel. Y en ello encuentras todas las costumbres que la tradición te ha ido transmitiendo.

No es importante lavarte las manos o tener el vaso limpio como el oro. Si es buena costumbre y necesario tener higiene y los enseres limpios. No es lo importante lo externo, las apariencias y el perfil, sino la verdad, la justicia y misericordia y la fidelidad. Y todo eso no nace de lo que exteriorices porque lo hayas heredado, sino de que en tú corazón lo aceptes, lo guardes y lo vivas. La fe no se hereda, sino se busca y se pide y te dispone a abrirte a la Gracia de Dios para recibirla.

Y eso vamos a pedir, la Gracia de saber discernir lo importante, lo que realmente agrada a Dios y lo que es bueno: Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como Jesús nos ha enseñado a amarlo. A no pararnos en lo externo, en lo aparente y en las prácticas que, siendo necesario y bueno, no son lo fundamental. Pidamos tener un corazón justo, misericordioso y fiel para vivir en los mandatos del Señor, es decir, amar a Dios y al prójimo. Amén.

viernes, 9 de marzo de 2018

ESTABA YA EN LA LEY

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Aquel maestro de la Ley conocía el mandamiento primero, pues está escrito en el Deuteronomio 6, 5 y también el amor al prójimo que lo contiene el Levítico 19, 18. Un maestro de la Ley no podía ignorar estos preceptos. Por lo tanto, su pregunta trae segundas intenciones a modo de probatura respecto a Jesús. Es de suponer que están más cerca del cumplimiento que del espíritu de la Ley.

Jesús responde como se esperaba que respondiera, detallando todo lo que en la Ley y los profetas está contenido. No hay mandamiento más grande ni anterior a este. Es el primero, y el segundo se iguala con él, porque su cumplimiento verifica al primero. No se puede querer a Dios si no se quiere al prójimo. Y eso nos compromete mucho, hasta el punto que debemos estar preocupados por el sufrimiento de los demás. 

No podemos permanecer indiferente ante los problemas que sufren otros. Bien es verdad que muchos se los buscan con sus actuaciones e irresponsabilidades, pero, también es verdad que Dios nos perdona nuestras irresponsabilidades y nuestro mal proceder. Igual nosotros debemos actuar, al margen de que el prójimo se lo merezca o no. Porque, nosotros tampoco nos merecemos el amor y la misericordia de Dios.

Desde este pequeño y humilde rincón, Señor, te pedimos nos fortalezca nuestra voluntad y nos de empeño y fuerza para poder, no sólo cumplir, sino también actuar en favor de los más necesitados. Y no desesperar por nuestra impotencia. Tú nos conoces mejor que nosotros mismos, y sabes que muchas veces no actuamos porque no sabemos ni cómo ni qué hacer. 

Es verdad también, y lo confesamos, que otras veces eludimos nuestra responsabilidad por comodidad, por falta de compromiso, por no complicarnos ni molestarnos...etc. Por eso te pedimos que nos des fortaleza, voluntad y decisión para vencernos y darnos en disponibilidad y entrega a aliviar el sufrimiento de los demás, sobre todo de los más pobres y necesitados. Te lo pido, Señor, unidos a todos los que visiten y lean esta reflexión, respondiendo, "te lo pedimos, Señor". Amén.