Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 25 de noviembre de 2015

SERÍA ABSURDO ENFRENTARME YO SOLO



Disparatado pensar que tú sólo puedes salir victorioso. Porque el mundo tiene más poder que tú, y el demonio, príncipe del mundo, posee muchos recursos para convencerte de forma suave, agradable y sin que apenas te des cuenta. ¿O es qué no hay muchos engañados sin apenas notarlo? ¿O es que crees que los hombres quieren perder la vida eterna? Están engañados y sometidos a sus sentimientos y emociones, que son de este mundo.

Sólo no podemos hacer nada. La razón de que, ascendido el Señor al Cielo, viniese el Paráclito a asistirnos, es porque convenía, no por gusto. Necesitamos la asistencia de la Gracia del Espíritu Santo para poder enfrentarnos a los peligros y tentaciones de este mundo. Y para eso está el Espíritu de Dios con nosotros y dentro de cada uno de nosotros. Porque somos templos del Espíritu Santo.

¡No estamos solos!, y podemos vencer todos los peligros y dificultades que el mundo nos pone en el camino para hacernos tropezar. ¡Cristo y yo mayoría aplastante! Y vencerlos significa que no consigan apartarnos del Señor. Podemos padecer y sufrirlos, pero por la Gracia del Espíritu Santo, perseveraremos en la fe y en la esperanza de aguardar su venida.

Te pedimos, Señor, esa Gracia que nos de fuerza y valor para no desfallecer. Te pedimos poseer el coraje de sostenernos en la fe, y asumir y aceptar todos los sufrimientos que el rechazo y la respuesta del mundo nos infrinjan. 

Danos la sabiduría de entender que ese es el camino, porque Tú, Señor, lo has recorrido primero y lo has sufrido en tu propio Cuerpo, derramando toda tu bendita Sangre, para redimirnos y rescatarnos del pecado otorgándonos la salvación.


martes, 24 de noviembre de 2015

DANOS,SEÑOR, CAPACIDAD Y VOLUNTAD PARA PERSEVERAR



Los obstáculos son muchos. Y no se nos presentan con agresividad, sino de forma muy atractiva y muy placentera. La vida trata de convencernos que merece la pena vivirla. ¡A vivirla que son cuatro días!, es el grito de guerra que se suele oír.

Y el mundo cubre la otra parte. Nos presenta ocasiones y momentos de placer y disfrute. Todo se nos muestra con mucho tacto y amabilidad, y hasta se nos regatea el poder disfrutarlo. Sin embargo, la puerta de entrada es bastante ancha. Vale todo, y el dinero, poder, fama, privilegios, influencias...etc., tienen mucha estima y valor. Se trata de ganar siempre y de estar en los primeros puestos. La ley es estar y llegar arriba como se puede, incluso pisoteando al que te lo quiera impedir.

Y cuando decimos que vale todo, decimos todo. La mentira es un arma fundamental en los momentos que la necesitamos para sugerir y persuadir al otro. No importa mentir con tal de salir con la nuestra. Pronto, nos damos cuenta que es un mundo perverso, de mentiras y luchas por el poder, sin importar el otro. Incluso hasta matarlo si nos estorba. Hicieron con Jesús eso.

Pero Tú, Señor, has triunfado con el amor. Tu arma, el Amor, es más poderosa, y se ha hecho con el triunfo por encima de todo lo demás. Eso te queremos pedir, Señor, la capacidad y la sabiduría de saber amar. Y la paz, sostenida con la paciencia, para perseverar y llegar a poder hacerlo.

Danos, Señor, la capacidad y la voluntad para ser perseverantes y que nos encuentres preparados y esperándote el día de tu venida. Ese día en que el mundo, este mundo falso que te da la espalda, descubra que sin Ti todo está perdido, y no hay camino ni meta a donde ir. Amén.

lunes, 23 de noviembre de 2015

CADA DÍA UNA NUEVA BATALLA



Al terminar un día nos despedimos del Señor dándole gracias por todo lo vivido y también perdón por los momentos que no hemos estado a la altura de ser sus hijos. Y al despertar, iniciamos el nuevo día dándole las gracias por despertar, valga la redundancia, y pidiéndole sabiduría, paz y fortaleza para emprender una nueva batalla en la que no le defraudemos y seamos dignos de su Amor.

Es la batalla da cada día, donde tenemos que elegirlo como Rey y Señor de nuestra vida, y renunciar a las promesas y maravillas que nos ofrece el mundo, que esconde hipocresía y mentira. Por eso con un nuevo día tratamos de renovar nuestra promesa de seguirle y de nombrarle el Señor y Rey de nuestra vida.

Y, agradecidos por su Fidelidad y su Verdad, hoy queremos, desde este rincón de oración, renovar nuestra promesa y decirle que queremos que siga siendo el Rey y Señor de nuestras vidas. Ven Señor Jesús y has morada en nuestros corazones y guíanos por los caminos de este mundo que intenta apartarnos de Ti con promesas falsas y maravillas caducas.

Te pedimos, Señor, la Gracia del Espíritu Santo, para fortalecidos por su Fuerza y Sabiduría, encontremos el valor y la voluntad de rechazar todas aquellas ofertas que, maravillándonos y atrayéndonos, tratan de confundirnos, y nos tientan para, mintiéndonos, apartarnos de tu camino. 

Ven, Señor Jesús, y no permitas que nada, ni nadie, nos aparte de Ti. Porque Tú eres el Camino, la Verdad y la Vida, y nuestro Rey y salvador. Danos un corazón generoso capaz de, no sólo dar, sino compartir toda nuestra vida. Amén.