Blogueros con el Papa

UN ROSARIO CADA VIERNES

Cada viernes, hora peninsular entre las 09, 30 y 10:30, en Canarias entre las 08:30 y 09:30, aproximadamente, y en cualquier otra parte del mundo la que mejor puedan elegir, nos unimos en el rezo del Rosario (VER AQUÍ) por la unidad de todos los creyentes, por la familia natural, hombre - mujer, por la vida y por la libertad de educación de los hijos.

Desde tu casa, online, desde tu trabajo, desde tu hospital y enfermedad, desde myfeeling, desde todas los colectivos y asociaciones, desde donde quieras que estés, tú también puedes unirte en este clamor al Padre, unidos a María Santisíma, para que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y la luz de salvaguardar la vida y los valores morales y naturales que la dignidad de las personas demanda y hemos recibido de nuestro Padre Dios.

También estamos rezando un rosario cada día que hacemos normalmente en las primeras horas de la mañana aunque a veces, por premuras de tiempo, lo hacemos en otras horas del día. En el icono de la Virgen, debajo del rosario de todos los viernes, puedes encontrar el rosario correspondiente a cada día.

miércoles, 27 de julio de 2016

BUSCANDO MI TESORO




La vida se compone de etapas e ideales. Según la edad mi vida va buscando ideales, ideales cuya sustancia y denominador común es la felicidad. Y una felicidad que no se gaste sino que se transforme y persista según mi vida va creciendo. O dicho de otra forma, buscamos un futuro que prometa y lleno de felicidad. Esa es la ventura que todos buscamos.

Pero, pronto experimentamos que lo que el mundo nos ofrece se gasta con el tiempo. Y más pronto que tarde. Nos cansamos de buscar y no encontramos. Claro, es lógico, porque en el mundo no está esa felicidad o Tesoro que buscamos. El verdadero Tesoro eres Tú, Señor.

Dame la inquietud y la sabiduría de no parar de buscarte. No en el mundo, sino desde el mundo, porque es en el paso por este mundo donde, en el amor, puedo encontrarte. Porque en el esfuerzo de amar, Tú, mi Señor, te me vas revelando; porque cuando me esfuerzo y me preocupo por lo que le ocurre al otro, Tú, mi Señor, te haces presente; porque cuando intento y trato de amar como quiero que me amen a mí, Tú, mi Señor, te me descubres.

Ayúdame, mi Señor, a ser cada dí un poquito más parecido a Ti, es decir, más perfecto; ayúdame, Señor, a exigirme perdonar a los que me ofenden y me complican la vida, para que yo también sea perdonado en y por tu Misericordia. Ayúdame, Señor, a acumular tesoros y riquezas que tenga valor en el cielo, como son los frutos del amor. Ayúdame, Señor, a no juzgar, para que tampoco sea juzgado, sino, por tu Misericordia sea perdonado.

Dame, mi Señor, la capacidad y el don de tratar a los demás igual que deseo y quiero que me traten a mí y que mi vida consista y se esfuerce en hacer tu Voluntad. Porque de nada me vale decir Señor, Señor, sino cumplir la Voluntad de mi Padre. Por todo ello, mi Señor, enciende en mí el deseo y la inquietud de buscar ese Tesoro, y de poner todo lo demás en función de buscarlo y encontrarlo para llevarlo en mi corazón. Amén.

martes, 26 de julio de 2016

BUENA SEMILLA




Dentro de cada persona está impresa la huella de Dios. Nos ha creado a su imagen y semejanza y nuestro corazón arde en deseos de amar y de ser feliz eternamente. Porque, Dios es Felicidad y Gozo Eterno. Dios es Amor, y si nosotros somos semejantes, estaremos creados para amar y ser felices eternamente.

El hombre y la mujer están inclinados a amar. Sin amor no podemos vivir. Necesitamos agarrarnos al amor para darle sentido a nuestra vida y entregarla por verdadero amor. Se experimenta eso cuando somos padres. Comprendemos lo que es amar. Antes, por muchas buenas lecciones y hasta ejemplos que nos den no podremos comprenderlo. Necesitamos experimentarlo.

El amor arde en nuestro corazón cuando está dispuesto a la renuncia, al sacrificio, a la entrega y al servicio desinteresado y gratuito. Y enciende el gozo y la alegría dentro de nosotros. Entonces es cuando estamos dispuestos y preparados para comprenderlo, porque lo estamos experimentando con nuestra actitud y entrega.

Necesitamos ama para vivir, pero no un amor egoista ni posesivo, que enfrenta, compite y destruye al otro, sino que construye y comparte generosamente. No un amor que se esconde en la cizaña y crece junto a la buena semilla, para, llegado el momento, dividir, enfrentar, competir, luchar por ser más y mejor que el otro. ¡No!, el amor es reflejo del Amor de Dios, que nos ama sin condiciones y nos da todo lo necesario para que, amando como Él, podamor morar eternamente en plenitud de gozo junto a Él.

Pidamos no apartarnos nunca de Él; pidamos estar y perseverar siempre en Él; pidamos estar siempre abierto a la acción del Espíritu Santo, para que protegidos y auxiliados por Él no dejemos entrar nunca en nuestro corazón la cizaña del poder, de la ambición, de la suficiencia, del placer y egoismo que nos destruye y nos pierde. Pidamos estar vigilantes y abierto expectantes a su venida para que nos acoja y nos lleve para siempre a la Gloria Celestial con Él. Amén

lunes, 25 de julio de 2016

UNA CRUZ DE SALVACIÓN



No parece la cruz lo que aparenta, porque en lugar de servirnos para doblegarnos y matarnos, la Cruz, desde la Muerte del Señor Jesús se ha convertido en Cruz y signo de Salvación. La Cruz representa el signo por excelencia, para los cristianos, de Salvación, porque por ella y en ella Jesús, el Hijo de Dios, con su Muerte y Resurrección ha ganado, para lo que creen en É,l la Resurrección Eterna.

Por lo tanto, nuestras cruces, aunque no cruentas, son oportunidades para alcanzar la Santidad y la Salvación Eterna. Y cruces hay muchas en nuestras vidas. Y de todo tipo, desde la enfermedad hasta la entrega a los necesitados y disminuidos. La Cruz es signo de triunfo sobre la muerte y cuando la abrazamos, abrazamos también la vida.

Por eso, Señor, hoy queremos pedirte que nos des la fuerza y sabiduría de abrazar nuestra peculiar cruz. La de aceptarnos tal y como somos; la de aceptar la enfermedad y los problemas que la vida nos presenta; la de entender y aceptar nuestro servicio y entrega a los que lo necesitan, sobre todo a los más desposeídos y excluidos. Y la de comprender que en la entrega y servicio a los demás cumplimos tu santa Voluntad. Amén.